viernes, 26 de marzo de 2010

martes, 23 de marzo de 2010

FITO PAEZ VS ARJONA (PARTE II)



Se desató la pelea, Arjona respondió ante lo dicho por Paez hace unos días. No voy a ocultar mi favoritismo por el rosarino ni negar mis opiniones ante la superioridad artística de este en comparación de las melodías repetitivas y letras "trabajadas" del señor Arjona. Pero para ser justos publicaré la respuesta del guatemalteco, que se publicó en el Clarín.:








Empezó como un cachetazo al vicio utilizado para lograr cierto ejemplo totalizador. Eso es lo que debe haber buscado Fito Páez, durante una entrevista con este diario (18/03) cuando habló de aniquilaciones varias. Y dijo: "Si la ciudad le da 35 Luna Parks a Ricardo Arjona y a Charly García le da dos, tenés que pensar qué significan la política, los diarios, en esa ciudad, en la que hay valores que fueron aniquilados". Arjona salió a responderle con una carta que nos hizo llegar ayer al cierre de esta edición. "El sr. Fito Páez habla de aniquilación cultural y me menciona. De forma sospechosa señala el inicio de este problema en su país casi de manera simultánea con el descenso claro de su capacidad artística (...). Es de una belleza épica el pánico que le representa entregar un nuevo trabajo musical a su propia gente (...). Puede ser que usted mismo se crea su farsa de intelectual osado, pero detrás de su arrogancia habita el irrespeto dictador de creerse dueño de las decisiones populares (...). La música no pertenece a las competencias de atletismo donde se miden las capacidades contra reloj, es un asunto de gustos y de emoción. Ante los cinco sentidos de cualquiera que los tenga exactos, sus comentarios no serán más que un alarde melancólico, visceral y resentido de alguien al que sólo le queda hablar (...). Ya quiso usted ser Charly García, después quiso ser Almodóvar. Lamentable lo suyo señor. Lamentable (...)". «




Manifiesto con esto que total acuerdo con la posición de Fito Paez, por las siguientes razones: Charly García representa para la Argentina la memoria colectiva de una generación que empezó a abrirse una identidad en una época donde ésta era controlada y acribillada por la dictadura, es un pasajero que más allá de sus tropiezos y excesos guarda en sí una fotografía musical que nos hace retroceder y preguntar por qué se luchaba antes, por la democracia que ahora parece un triunfo con trampa. Paez tiene razón, ¿Qué meritos tiene Arjona o ha tenido Arjona que puedan compararse con la irreverencia ideológica de los 60´s y 70´s? La música más que un medio de diversión es un medio de información y exploración (sin que por ello deje de ser divertida) por lo tanto, la música tambien se cuestiona y cuestiona a su alrededor. Arjona no demuestra ser un explorador que cuestiona, más bien es un encantador que distorsiona. Fito, por otra parte, es cierto que no se encuentra en su mejor momento artístico, pero nadie puede negar sus capacidades como músico y sus atrevimientos de experimentación con géneros tan diversos. Canciones como Tu sonrisa inolvidable, Ojos rojos, Caminando por Rosario, Círculos son muestra de ello así como su intervención en el panorama social de su país con la mítica Yo vengo a ofrecer mi corazón.




Por último, el centro cultural de Británico está realizando todos los viernes unas conferencias sobre el rock en sus orígenes en América Latina. Vale la pena dar una vuelta por ahí y entender por qué la música es algo más que ser famoso por gritar: Señora de las cuatro décadas. La cita es este viernes a las 7y30 de la noche en el Británico de Miraflores. Los dejo con tres canciones de los artistas mencionados para que saquen sus conclusiones.



jueves, 18 de marzo de 2010

FITO PAEZ VS ARJONA


El siguiente es un artículo sacado de : http://www.milenio.com/node/404085.




Lamenta Fito Páez que Arjona sea mejor tratado que Charly García




El cantautor, quien es uno de los máximos exponentes del rock argentino, precisó que no espera nada en especial con sus canciones ya que él sólo hace su música y la toca.




Buenos Aires.- El cantante argentino Fito Páez lamentó que Buenos Aires le permita al guatemalteco Ricardo Arjona alcanzar un récord de 35 conciertos en el mítico estadio Luna Park y a un icono del rock local, como Charly García, sólo dos.
En entrevista que publica este jueves el diario "Clarín", Páez dijo que "cuando la ciudad le da 35 Luna Parks a Arjona y a Charly García le da dos, tienes que pensar qué significan la política, los diarios en esa ciudad, en la que hay valores que fueron aniquilados".
Enojado, desencantado y decepcionado, el cantautor afirmó que "soy un tipo que ama este lugar (Buenos Aires), que defiende sus cosas más auténticas y brutales, pero nunca la aniquilación cultural y el vaciamiento de ideas".
Pese a todo, dijo, su propuesta es "Confía", su más reciente álbum, "pero no en la clase dirigente, que es estúpida, sino en el corazón de la gente con la que uno se vincula, en entregarse a una experiencia noble y transmitírselo a nuestros hijos".
Por otra parte, Páez descartó que en "Confía" haya querido aplicar fórmulas probadas de éxito para garantizar una buena recepción en el mercado.
"Ese puede ser un análisis que hagan otros, pero a mí me pone nervioso que me preguntes eso", respondió en medio del comienzo de la campaña de promoción de su nuevo disco.
Páez explicó que "soy un tipo que labora sobre la experiencia que significa meterse adentro de la música. Y nunca me pueden acusar de no ser fiel a las cosas que he sentido que quería decir en cada momento".
En lo personal, se definió como "un tipo lleno de contradicciones, de quilombos (problemas), y también de goce", aunque advirtió que se niega "a explicar las cosas que surgen de la experiencia vital" porque a él lo que le tocó en la vida fue hacer música y cine.
"En ese sentido, soy un privilegiado. A mí me tocó animar la fiesta. Aunque no soy un entretenedor. No lo hago para caerle bien a nadie. Yo, cuando busco los sentidos, voy más allá de eso", aseguró.
El cantautor, quien es uno de los máximos exponentes del rock argentino, precisó que no espera nada en especial con sus canciones ya que él sólo hace su música y la toca.
"A veces me interesa lo que le pasa a la gente. Pero hay muchísima a la que no le interesa lo que le pasa con mis canciones. Porque yo no me puedo pelear con una ciudad", dijo.

miércoles, 17 de marzo de 2010

lunes, 8 de marzo de 2010

Yo no soy politólogo (por ti seré, por ti seré)


Por Nelson Manrique
Los comentarios de Martín Tanaka a mi libro “¡Usted fue aprista!”. Bases para una historia crítica del Apra (PUCP-CLACSO, 2009) abrieron un interesante debate sobre un abanico de cuestiones amplias y profundas. Quiero retomar algunos temas del debate teórico. Hasta aquí, Martín Tanaka ha aceptado que el conocimiento objetivo “es una quimera imposible de alcanzar” (una afirmación sorprendente para quien se define como “positivista”, aunque precise que “blando”), que el investigador nunca estará libre de condicionantes sociales, que debe hacer transparentes sus supuestos y valores; finalmente ha aceptado que él también tiene una ideología. Pese a todo, sigue creyendo que el investigador debe tratar de “ser neutral” y no parece dar suficiente importancia a aquellos sesgos sobre los cuales no tenemos un control consciente (otra vez la ideología), precisamente porque son inconscientes. Para usar una frase que le oí a Max Hernández: “aquello que no sabemos que sabemos”.
Hasta aquí la ideología era algo que afectaba a los demás, pero no a Martín Tanaka, como lo muestra su recurrente descalificación –desde una posición de neutralidad ideal– de quienes explicitan sus tomas de posición ideológica. Sin embargo, estas son útiles porque no solo nos ayudan a encarar mejor nuestros sesgos sino facilitan a la comunidad científica (cuyo consenso definirá finalmente si lo que estamos haciendo es ciencia o no) ejercer un mejor control sobre ellos. Por eso es pertinente el emplazamiento que César Hildebrandt hizo a Martín (no por divertido menos preciso): “muestre la camiseta por la que juega y sufre ... Lo que es patético es que se vista de negro y pretenda ser árbitro” (“Matar a la madre”, La Primera 16/02/10).
Alberto Vergara ha vuelto a reintroducir la cuestión en el debate: “Aquí quien ha lanzado la frase clave es Nelson Manrique: Tú también tienes ideología, le ha dicho a Tanaka. Y todos han secundado esta idea de que la crítica se realiza desde alguna posición política y, por lo tanto, no se debe ir por la vida pretendiendo la ‘objetividad’” (“Si el régimen político no es de izquierda, no es democrático (o el blues de los intocables)”, La República 28/2/10). Una apostilla importante: las ideologías políticas son claves, pero cuando hablo de ideología me refiero a un fenómeno mucho más amplio que aquel que estas cubren. Los problemas epistemológicos de la intervención de Vergara han suscitado comentarios muy interesantes de Gonzalo Gamio (“El debate sobre la objetividad o el argumento de ‘el muñeco de paja’ (Reflexiones sobre un artículo de Alberto Vergara)”, 2/3/10.
http://gonzalogamio.blogspot.com/2010/03/el-debate-sobre-la-objetividad-...).
Por mi parte, concuerdo con la primera parte de la proposición de Vergara, pero planteo algunas precisiones a la segunda. Efectivamente, creo que para cualquiera que tenga alguna formación en ciencias sociales debiera ser evidente que todos estamos inmersos en la ideología –incluidos Vergara y Tanaka– pero señalarlo no tiene la finalidad de obligar a Martín a hacer un strep tease político –como Vergara parece creer– ni, menos, a descalificar la búsqueda de la objetividad. Creí, acaso ingenuamente, que estaría claro que la intención de mis objeciones era aportar en la búsqueda de una mayor objetividad, alcanzable “en la medida en que seamos capaces de poner bajo control nuestros sesgos conscientes e inconscientes” (“La objetividad”, La República 19/1/10).
No se trata pues, como concluye Martín Tanaka, de “transmitir el mensaje de que, como la objetividad no existe, solo existe la subjetividad, y por lo tanto todos estamos autorizados a decir lo que nos dé la gana y a defender aquello en lo que creemos sin ningún control” (“Sobre la objetividad y la ciencia social”, La República 28/1/10).
Martín Tanaka puso el tema del “justo medio” en el centro del debate sobre el método científico, pero este es un tema de ética y no de epistemología. Me permito sugerir otro, que –tengo la impresión– atraviesa lo que venimos discutiendo: qué entendemos por “la realidad”. Volveré sobre el tema.