martes, 15 de junio de 2010

domingo, 13 de junio de 2010

MESSI, EL HIJO DE DIOS

LAS COSAS QUE NO ME GUSTAN

No me gusta bañarme, mi meta es pasarme un día entero, digamos domingo, echado en mi cama, leyendo el periódico y con un jugo de naranja. Pero al final todo me conduce a una ducha de agua caliente, mientras mi cuerpo se enfría sin importar la temperatura volcánica del agua. Detesto que me saluden en inglés y los nicks de igual manera. Aunque estuve pensando en poner uno de Woody Allen, que dice lo siguiente: I'm such a good lover because I practice a lot on my own.

Also no me gusta planchar mi ropa ni peinarme, aunque gasto mucho tiempo en el espejo del baño despeinándome a mi manera. No soporto que me digan la hora con la sola intención de apurarme. Jamás voy en un carro si este no tiene un asiento individual desocupado, no podría compartir un asiento: Jamás. No me gusta que cuando tomo un taxi el chofer crea que me gustaría platicar con él. En esos casos agarro mis audífonos y abro un buen libro, o uno malo, y no le presto atención. Me irrita tener que compartir el ascensor con mucha gente. No tolero el cebiche, el anticucho, ni el chocolate. Evito desde mi infancia el baile y el fútbol. Caminar me parece un desperdicio.

Odio sudar, por lo cual evito movimientos que requieran mucha actividad física. La gente que va a los cines y que se ríe sólo porque ven un seno me parece simplemente despreciable. Me estresan las colas y las conversaciones fatuas. Y por sobre todo, asesino mentalmente a la persona que me habla sobre la bondad de tener a Dios en su vida. Me irritan los sacerdotes y las viejas que van a misa. Jamás veo las películas adolescentes. Me encolerizo cuando escucho sobre los Jonas Brothers y su anillo de castidad. No me caen bien las personas que hablan mal de Maradona por haber consumido drogas, ni las personas que sólo me hablan de que no pueden vivir sin ellas. No me gusta que me digan amigo cuando antes me decían amor. Me escandalizo cuando la gente piensa en votar por Kouri sólo por su carisma.

Creer que Paulo Cohelo es un gran escritor me parece risible. El verano: un infierno con arena. Starbucks: un fastfood con cafeína. Gisela me parece la única mujer capaz de hablar durante dos horas sin decir absolutamente nada. No me agrada la imagen que veo en el espejo. Ya no aguanto mi insomnio que ha vuelto con fiereza. El ají me hace llorar y sudar. Aborrezco los almanaques con una vedette de facciones andróginas. Me indigna el pensar que ya son tres años y la memoria no cede. La televisión de señal abierta me es vomitiva. Me incomoda masticar el inglés y no poder vivir el francés.

Conocer gente nueva siempre me hace sentir estúpido o más de lo que soy, lo cual también es estúpido. Me asusta no poder utilizar la palabra “homúnculo” cuando más la necesito. No me gusta que mi ex haya vuelto con su ex. Me acompleja no haber leído Rayuela habiendo leído tanto a Cortázar. Envidio profundamente a los escritores y a los músicos, porque han hecho todas las cosas que yo hubiera querido hacer. Me da cólera que mi vecino, el taradito, luzca más feliz que yo. Me intriga, por no decir me entristece, que en 21 años de vida zigzagueante ninguna musa me haya amado, habiéndolas, y por sobre todo, habiéndola yo amado tanto. Y ni qué decir del hecho de llamarme igual que su ex, que ahora es su actual. No me gusta la barena, ni cierta música criolla, ni los criollazos, ni la salsa, ni que mi madre no me deje tener un gato.

No me gusta sentir el frío que ahora siento, no me gustan las ojeras que porto. No me gusta que afuera estén bebiendo mientras yo tengo tos. No me gusta tener que extrañarte mientras vos duermes tranquila y sin soñar conmigo. No me gusta pensar que a este olvido le siguen más domingos. No me gustaría que Argentina no gane el mundial. No me gusta este estar y no estar.

viernes, 11 de junio de 2010

RECONOCIMIENTOS

Pienso que aún rozo ciertos pudores
que este envejecimiento
que estas noches de lectura
no aportan lo que deben aportar,
quizás te hablo desde la herida
o desde un viejo malecón
que tras olas y piedras
va quedando sólo un trozo de madera
o desde una ventana rota
que de pájaros y azucenas
hereda una tierra infértil
pero te hablo también
de esas otras cosas
del sexo con movimiento torpe
de la excitación
con más arte que profesión
te hablo de mi pudor de hombre
de mi pudor de memoria
de mi pudor de conciencia
de mis años transcurridos
entre libros, amigos y copas
de las películas que he visto
de las veces que como hombre
he sentido el frío de mujer.



SUIMAR

martes, 1 de junio de 2010

DON NICOLAS