sábado, 4 de abril de 2009

RESPUESTA A UN ANÓNIMO


Los anónimos en los blogs se presentan como la nueva identidad del miedo, de tirar la piedra y esconder la mano. Es además el escudo de lo superfluo, la barricada del temblor, la náusea desde el escondite y casi siempre acompañado del ocio de la lectura, porque pareciera que todos esos comentarios que paren los “anónimos” llevaran consigo todo el peso del ocio y el cansancio neuronal. Es típico de esto la broma o la afrenta sin soporte racional, es casi la evidencia del enfrentamiento entre el análisis pausado y sesudo contra el recorrido feroz sin entendimiento del algún texto.

Ahí se atrincheran no las batallas ideológicas sino el insulto fácil, aburrido y hasta risible, no hay un González Prada que salga a gritarle con gracia “enano Perinola” a un Piérola, ahora sólo se recibe un “cabrón” “miserable” como artillería pesada, que puede ser bien aceptada pero que no tiene ninguna argumentación válida de tales adjetivos. Al señor o señora que me envió aquel fatal comentario que no hace sino reafirmar mi visión sobre la estupidez humana le digo: Chico, no entendiste nada de nada. ¿Defender yo solapadamente a los terroristas por decir que Fujimori también ejerció un terrorismo de estado? ¿Agradecerle que estoy vivo? ¿Agradecerte que no me quieras matar? Hombre, con razón y defiendes a Fujimori si tienes todas sus mañas, o sea si no te gusta algo lo matas, porque comprarme no podrás. Volviendo al caso anterior me pregunto en qué clase de silogismo te has amparado para decir que defiendo a terroristas, ¿quién ha sido tu profesor de lógica? ¿Hitler?

Me preguntas que si no me acuerdo de los coches bombas, de las torres derrumbadas, de las matanzas de los campesinos y niños por los terroristas y te respondo: Sí me acuerdo. También me acuerdo de Mariela Barreto, también me acuerdo de Martín Rivas, también me acuerdo de Sosa, también me acuerdo del 5 de abril, me acuerdo de Pedro Huilca, me acuerdo de Montesinos, también me acuerdo la agresión a los sindicatos, me acuerdo del grupo Colina, me acuerdo de los diarios comprados, de la televisoras compradas, me acuerdo de la persecución a periodistas como Hildebrandt. ¿Sigo? ¿Sigues creyendo que protejo a terroristas o que denuncio al otro terrorista también?

Dices que me duele que gente que use la “razón” apoye y diga que Fujimori es inocente luego de diez años de lepra gubernamental y que yo pienso con el hígado y escribo por eso. Pregunto: ¿Luego de dos gobiernos donde el silencio era comprado con el dinero y el miedo a la muerte, luego de diez años donde el horror se vistió con la indumentaria presidencial, luego de un periodo en donde tantos niños y niñas, padres y madres se preguntaban quiénes los iban a matar ahora, el ejercito “salvador” o los senderistas maoístas del terror iluminados, luego de todo eso se puede escribir sin hígado, sin horror? Pues no y a esto le agrego el asco. Y no te voy a agradecer que no me mates ni que me quieras porque somos seres humanos, disculpa pero mí no me vas a hacer tragar esa falacia infestada de hipocresía e inmundicia. Yo no podría querer a Franco en España, a Musollini en Italia, Stalin en Rusia, Hitler en Alemania, Berlusconi y Bush por ser humanos. Estos, los genocidas más grandes de la historia, estos, los del club de la muerte de la cual Fujimori es socio activo desde hace buen tiempo. Te pido un favor: No me quieras por ser humano, que ya somos muchos y no todos tenemos tus inquietudes asesinas querido anónimo. Y si te amparas en la Biblia, creo yo que hay mejores citas y mejores pasajes. A mí en particular me gusta el Cantar de los Cantares, y vale aclarar pues parece que ni eso entendiste: Soy agnóstico y orgulloso de mis dudas. La frase “Y lo confirmo con la fe de un cristiano prisionero en su ilusión” es tan sólo una ironía y no me jacto de ser cristiano, me jacto de haberlo dejado de ser hace mucho tiempo, cuando descubrí algo más bello: el placer de dudar. Pero no dudo de aquello que significó Fujimori. Soy Suimar(Martín Carrasco Peña) y jamás seré un “anónimo”.

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