miércoles, 12 de agosto de 2009

UN DÍA PARTICULAR

Hoy es un día particularmente triste, como suele ser este día que se repite cada año, experimento dimensiones mucho más allá de mi lógica. Espero pensar en la bondad del daño, en que no se repita más este día, porque espero que todos aparezcan y aparecen sólo unos cuantos, porque espero un poco más allá de la línea, donde acaba todo y surjo yo. Cuando surco la balsa que se hunde con mi peso de hombre, con mi peso de espera. Hoy también es un día raro de por sí, obviando la llamada que no auxilió esa brevedad que es el sueño y el deseo tibio de su memoria, es un día raro porque combato su no presencia en este día que blasfema el sonido muerto del teléfono. Es un día, además, en el que reconozco que no soy el mismo de antes, simplemente algo ha cambiado. Me retracto entonces, no sólo es un día particularmente triste, sino que es un día en el que soy particular, la tristeza es particular, mi serenidad es particular. Soy diferente, entonces también puedo decir que estoy alegre, eso es bueno, como también lo es saber que muchos existen.

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