domingo, 5 de septiembre de 2010

SI FUERA CANDIDATO

Si de pronto decidiera que quiero ser alcalde y no quisiera ganar diría y haría lo siguiente:


Primero, señores y señoras, no tengo miedo en admitir que he probado marihuana y cocaína y que me llamo Martín Carrasco. No le huyo a la verdad de ser honesto al mencionar que ya no lo hago lo cual no significa que en algún momento lo vuelva a hacer. Que me es indiferente la Teletón, que he besado a un hombre por el solo hecho de probarle a mi enamorada que yo también puedo besar a alguien de mi mismo sexo.

Que no creo en dios, que no haría preferencias entre ninguna religión, es más pediría que la educación sea libre de dogmas y sotanas, libre de uniformes, libre a la hora de decir: NO QUIERO.

Diría que ser joven y liberal no significa leer a Bayly ni escuchar las radios inefables de la juventud. Que regalaría a cada alumno un libro de Henry Miller y una foto de Scarlett Johansson, a ver qué pasa. No bailaría como títere en función, no disfrazaría mi humor y si estoy molesto con algo lo diría con toda mi honesta ira de admirador de la prosa de González Prada, sólo que sin la voz de tiple. No me esforzaría en decir que soy un heraldo de la moral, un ejemplo de aquellos, un chiste ameno. Nada de eso, admitiría que me embriago con las botellas santas del amor y el desamor, con los puchos eternos de la amistad entre libros.

Eso sí, sería incorruptible, y no porque sea un ideal de honestidad (tampoco soy lo contrario) sino porque no necesito mayores lujos que un Flor de Caña en un vaso con hielo, un libro de Umbral, una música del tanático Charlie Parker o una tarde entera de Campanella y ver a Darín bajar la luna de un carro y mojarse con la lluvia, enamorarse con el rostro inverosímilmente tierno de Villamil. No necesito más, no aspiro a mayores lujos. Eso sí, no haría campaña en las mañanas, sería entre las 5 y las 8, no más. Soy de los hombres que vive de la serenidad ingobernable de la noche. No esperen jamás que sea una persona de utilidad en las mañanas, sólo obtendrán una versión infame de mi ser.

Eso sí, daría de todo por promover una ciudad que respire cultura en lugar de orines, y por cada vez que falle en alguna propuesta me tomaría seis vasos, seco y volteado, purito, de ron barato por mi falla. También revisaría muy bien esos cines porno de La Colmena, no los clausuraría pero sí pondría orden, porque soy de los que cree que una persona tiene todo el derecho de ir a ver una porno sin tener que padecer el temor de una violación o robo. Esto me hace recordar que tal vez votaría por Bella, la ex prostituta del Trocadero. No es broma, la situación de la prostitución en Lima es vieja y tiene muchas anécdotas que forman parte intrínseca de la vida cultural de la ciudad. Desde afectos intelectuales, políticos y parroquiales. Si no me creen revisen el libro Guía Secreta, Barrios Rojos y Casas de Prostitución en la Historia de Lima, de Roberto Prieto Sánchez.

Con esto también manifiesto que no tengo miedo al qué dirán de las personas. Podría decir que me divierte el hecho de desnudarme antes de que me desnuden. No tengo nada que ocultar bajo mis cuatro almohadas. Mi futuro no dependerá de la discreción, por eso ante ustedes mi ridiculum vitae. Si fuera candidato mi canción de campaña sería Desaparecido, de Manu Chao ya que estamos en fecha de recordar lo sufrido años atrás por la barbarie del terrorismo de un profesor de filosofía que creyó que con la violencia lograría el cambio y con el terrorismo de Estado de un presidente y su asesor al creer que con violencia frenaría el cambio. Ambos se equivocaron, ambos nos mandaron al carajo.

Si fuera candidato no pondría mi foto como imagen de campaña, no soy fotogénico. Escogería una de Cate Blanchett haciendo de Bob Dylan, esa imagen sí me gusta. Sí, soy un nefelibata, pero no un cínico, si es que entendí bien a Gonzalo Portocarrero en su libro Rostros Criollos del Mal. No, yo soy un ser honesto, no miento o no miento mucho. Me hace recordar al slogan de Javier Diez Canseco que decía “No miento, no votes por mí”. Y así fue, casi nadie votó por él.

Si fuera candidato, haría eso y quizás otras cosas más, si no quisiera ganar. Si quisiera ganar haría lo que están haciendo mis candidatos a Lima ahora.

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