lunes, 4 de julio de 2011

Y LO MEJOR VINO DESPUÉS



Esta mañana salí muy temprano de mi casa. Hacía frío y la lluvia de la noche hizo del piso de mi departamento una pista de patinaje (muy divertido por cierto). Me gusta cuando la mañana es gris y se confunde con la tarde, cuando de nuestras bocas sale ese vaporcito blanco que es una delicia de niño porque sientes que estuvieras fumando. Me gusta cuando llueve porque todo fluye más naturalmente, porque se asemeja a la noche, la acerca, la preludia. La lluvia o garúa es un regalo de Lima y su cielo gris una ampliación de ternura y melancolía ¿Cómo no saldrían poetas con un cielo tan triste como el nuestro?

Salí temprano porque cada 4 de cada mes mis abuelos van a la iglesia de San Francisco a escuchar la misa dedicada a San Benito. Yo siempre aprovecho esos días para ir a la Casa de la Literatura. Porque a mí me enseñaron que el día hay que aprovecharlo e ir a misa no constituye provecho alguno para mí. Sin embargo la Casa de la Literatura no abre los lunes, pero no importa, antes de eso ya había estado caminando por esa mágica calle que es Quilca, junto a mi primo que andaba conmigo. Conseguí Historia del Tahuantinsuyo de María Rostworowski y una biografía sobre mi amado Umbral. Luego fui hasta la Plaza Mayor y entré por primera vez al Club Unión y visité luego la galería Pancho Fierro, que tantas ganas tenía de conocer. Me di el lujo caminar y dar vueltas por todo el centro, frotándome las manos, acariciando el frío con las mejillas. Volví a Quilca con el suficiente frío en el cuerpo (y el suficiente dinero) para pedirme un sancochado especial en mi adorado bar Queirolo.

El plato, mucho más grande y delicioso de lo que pensé, me hizo sentir que el día, con todo y su frío tierno y cercano, era una verdadera bendición. Que no había ningún pretexto en la cobardía del destino para malograr este 4 de Julio. Me sentía satisfecho y, cosa más rara aun, sentí que lo merecía. Con lo que no contaba era lo que horas después iba a suceder.

Después de leer tranquilamente en mi cama aquella hermosa novela de Vargas Llosa La Casa Verde, decidí prender mi computadora y revisar mi correo. El texto tenía una extensión inusual y un cariño desbordante y cálido. Era mi ex alumna, que no me decía ex tutor sino tutor. Entonces no es mi ex alumna, sino mi alumna, mi querida alumna. La que me regaló una bella demostración de cariño que francamente no esperaba recibir. Si alguna vez dudé que la docencia pudiera ser el único terreno laboral en el cual podría sentirme cómodo (pues escribir no me augura ninguna estabilidad financiera) ahora lo reafirmo. Es difícil imaginar cuánto una imagen, un gesto, una palabra puede significar tanto en una persona. Quizás más aun cuando uno se siente tan vacío de significancia, tan desprovisto elementos que aportar a la vida de alguien. Pero descubrir que en tu paso efímero por la vida dejas ese “algo” en alguien es una de las sensaciones más cálidas que he podido percibir y humedecer en el rostro.

Porque debo ser sincero, no pensé que el día de hoy brotara nada de mis ojos. Pero ya vemos, nada está dicho, con suerte. Y Cristina, me disculpo por no haberte mencionado aquello que en ti hay de explotable, pero jamás esperes que alguien te lo diga más que tú. Alguna vez escuché esta frase en una película de Almodóvar :”uno es más auténtico en cuanto más se parece a lo que soñó de sí mismo” (la película es Todo sobre mi madre, te la recomiendo).

Muchas gracias otra vez por el correo y siempre estaré para cualquier cosa que necesiten. Estudia mucho y hagamos esos sueños realidades palpables y hermosas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

sii martin tu siempre vas a ser nuestroo tutor . , eres el primer tutor , en el que he sentido repeto y confianza , por siempre salon martin , nada q salon daisy , noce como se llama no fui oidia jajaja oidia como siempre jaja
psdta : no soy cristina jojoj

SUIMAR dijo...

Torito? no fuist a clases otra vez? jaja

Johana dijo...

desearía sentir esa satisfacción, pero creo q yo siento todo lo contrario, luego de mi lamento matutino muchas felicitaciones Martín! haber cuando unas clases de alcohol :)

Anónimo dijo...

ADIVINASTE MARTIN, SI ES TORITO, NO TE PREOCUPES YA LA AMENACE SI NO VA AL SGTE ETI -Cristina

Anónimo dijo...

Hermoso lo que escribiste en tu blog, siempre estare pendiente. Martin siguiente Premio Nobel de Literatura.