miércoles, 24 de febrero de 2010

¿HUMANIDAD O BURLA?



Soy casi un adicto a la televisión, nací con ella, en la era de la videocracia, como llama Denegri. Aun así creo evitar las toxicidades que ofrece esa caja bruta, que es la única que se jacta de ser plana. Por estos motivos, lo que principalmente evito es ver las noticias. Esa sucesión de sangre al estilo gore, ese festín sanguíneo que Tarantino aplaudiría. Por ello es que me enteré, vía facebook, a través del grupo No a Keiko, de la infame noticia sobre la boda de la hija del asesino ex presidente Alberto Fujimori.



Es un acto de humanidad se ha dicho, se interpreta exactamente como lo dicho por Bayly tantas veces, o sea él es un viejito que hizo cosas buenas y cosas malas, pero que habría que poner en una balanza las cosas buenas así como las malas y en base a ello juzgarlo. Que no hay que ser tan agresivos, que hay que reconocer lo que hizo por el Perú. Algo así croaba el “adalid” de la literatura peruana de los noventas, así también lo daba a entender Federico Salazar y Jaime de Althaus. Todos ellos, nuestros magnos líderes de opinión, y mentores de una nueva generación de periodistas que ni siquiera han leído el Bel Ami de Maupassant´s. Triste situación del periodismo actual. Y esto se confirma por la pasividad de muchos en la reacción ante este próximo evento que garantiza que en cuestión de mérito y justicia aún somos unos mamones.



Humanidad, que es lo que claman los amnésicos a sueldo, los mononeuronales piadosos y otra vez los amnésicos endémicos, es lo que se negó durante un decenio de atrocidades y gritos mutilados. Humanidad, fue la gran ausente en Barrios Altos, en los andes adoloridos de Ayacucho. No por eso se habla aquí de venganzas o revanchas, se habla de cordura y respeto para las víctimas de este victimario, de prudencia y sensatez ante el hombre que hizo todo lo posible por institucionalizar el caos en este país llamado Perú. Además, de qué humanidad hablamos frente a un hombre con muchos privilegios dentro de su cárcel dorada, que no llega a ser la de Leoben en Austria, construida por Josef Hohensinn, pero que de seguro aspira, total se trata de un hombre que hizo mucho por la patria. No pues, no es un hombre que esté viviendo el averno carcelario que otros sufren, y más bien esa inequidad de trato sí sería una falta de humanidad, porque sería una injusticia. Entonces, a un asesino común, pasional(los que mayoritariamente abundan y que están presos por un asesinato) debe ser mutilado de esperanzas. En cambio, un hombre responsable de un buen número de muertes es privilegiado asistiendo a la boda de su hija. ¿Es por número de muertes la compasión?



Me dirán algunos, que el tema no va por ahí, no va por actos delictivos cometidos, sino por la edad del reo. Que no hay que ensañarse. El problema es que tampoco va por ahí, de ser realmente un tema de compasión ¿Por qué sólo Fujimori ha despertado el interés de un hombre longevo cuyo deseo es poder ver a su hija casarse? Claro, es una figura mediática y eso es, señores, política y política. Muchos estarán en desacuerdo conmigo, seguro, pero hay verdades que duelen. Y no me como eso de “humanidad”, sabiendo de las canteras de donde proviene.

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